El proyecto consiste en la rehabilitación completa de una vivienda unifamiliar en La Cañada. La intervención replantea por completo la distribución interior, eliminando particiones innecesarias y generando un sistema de espacios continuos, abiertos y comunicados visualmente. El objetivo principal ha sido actualizar el modo de habitar la casa, favoreciendo una relación fluida entre interior y exterior y maximizando la entrada de luz natural.

La nueva organización se apoya en una lectura clara de los espacios comunes, donde la cocina, el comedor y la zona de estar se articulan como un único ámbito doméstico. Las aperturas y orientaciones se han revisado para mejorar la ventilación cruzada y el confort térmico, incorporando materiales y soluciones constructivas que optimizan la eficiencia energética.

En el interiorismo, se ha trabajado con una paleta contenida y equilibrada. Los tonos verdes grisáceos del mobiliario dialogan con los acabados cálidos de la madera, mientras que el revestimiento cerámico de textura irregular introduce un juego sutil de reflejos que amplifica la luz natural. Los tiradores en tono cobre y la lámpara suspendida de fibras naturales aportan matices táctiles y una escala doméstica, generando un ambiente sereno y contemporáneo.

La intervención incluye la renovación integral de todas las instalaciones —electricidad, fontanería, climatización y saneamiento—, así como la reparación de las patologías detectadas en muros perimetrales, cubierta y falsos techos. Con ello se mejora notablemente el comportamiento térmico y acústico de la vivienda, actualizando su estructura a los estándares actuales de confort y sostenibilidad.

El resultado es una vivienda que combina criterios técnicos de rehabilitación con una lectura contemporánea del espacio doméstico, donde cada decisión constructiva y cromática contribuye a reforzar la sensación de amplitud, claridad y continuidad.